La rehabilitación es fundamental para recuperar la musculatura perdida, eliminar contracturas ocasionadas por las malas posturas o el uso de bastones y sillas de ruedas, mejorar la coordinación y la higiene postural, mejorar la circulación, y un largo etcétera de beneficios ya demostrados.
Las sesiones se distribuyen normalmente de forma individual, aunque a veces se hagan actividades más grupales como talleres de espalda o de higiene postural.
Esta actividad no sólo se dirige a la persona con espina bífida, sino también a cuidadores informales que se ven sobrecargados/as físicamente.
La estimulación tiene una gran importancia desde el nacimiento hasta al menos los 6 años de edad, ya que en este tramo de edad, el cerebro y el cuerpo están desarrollando al máximo sus funciones futuras.
En la espina bífida, al igual que en otras discapacidades, es prioritario para asegurarnos un buen desarrollo de todas sus capacidades: físicas, sensoriales, intelectuales; en algunos casos más graves, no para potenciar su mejora o recuperación, sino para evitar que se agraven sus limitaciones.
Nuestra Sala de Estimulación de Cádiz se encuentra en funcionamiento desde Enero de 2012 en las nuevas instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Cádiz, sita en Calle Medina Sidonia 15-17.
Para intervenir correctamente, se elabora un programa individualizado de actividades según las necesidades de cada persona usuaria y los objetivos que nos planteamos a nivel cognitivo, sensorial y motor. De esta forma, el trabajo se encamina a llevar a cabo actuaciones que potencien las capacidades de los más pequeños/as y contribuyan a una vida activa y participativa, especialmente en el entorno escolar, donde pasan gran parte de su tiempo.
Las actuaciones se dirigen a una estimulación intelectual para ayudar al desarrollo de una atención y comprensión adecuada. Además se complementa con el trabajo específico de un programa dirigido al refuerzo de la lectura y del lenguaje fomentando las áreas verbales: comprensión y fluidez verbal, lectura y escritura.
En cuanto a la estimulación física y sensorial se realizan actividades de desplazamientos, exploración, tacto de distintas superficies y texturas,… Además de acompañarse con un programa de actividades dirigidas al conocimiento y adquisición del esquema corporal, así como el trabajo de la expresión corporal lo cual ayuda al desarrollo emocional y a la adquisición de habilidades sociales necesarias para las relaciones interpersonales tan necesarias para la vida diaria.